¿Cómo la industria de defensa puede aprovechar el talento militar para generar innovación, empleo y seguridad en España?
La transición de los militares españoles a la vida civil es un desafío que ha ganado relevancia (y se ha complicado) en los últimos años. Muchos de estos profesionales enfrentan dificultades para adaptarse al mercado laboral civil, principalmente debido a la falta de preparación académica y la escasez de oportunidades laborales.
Situación actual de los militares en transición
Muchos militares deben abandonar las Fuerzas Armadas al cumplir 45 años, conforme a la Ley de Tropa y Marinería, encontrándose con una preparación académica o técnica limitada, poca experiencia en sectores no militares y escasas oportunidades laborales en el ya complicado mercado español. Además, la falta de interés gubernamental en programas efectivos de reintegración agrava aún más este problema. En otros países, como Estados Unidos, Reino Unido y Francia, se han implementado sistemas de enseñanza continua que permiten a los militares integrarse directamente en la vida civil al concluir su servicio, proporcionando un modelo a seguir por España.
En nuestro país, programas como SAPROMIL y OFAP intentan facilitar esta transición, ofreciendo información sobre ofertas de empleo y servicios de orientación profesional. Sin embargo, estos programas son insuficientes. Entre los principales desafíos están la falta de homologación de los títulos y la formación militar con el sistema educativo civil, lo que dificulta la búsqueda de empleo.
Los militares poseen habilidades muy valiosas como liderazgo, gestión de equipos, disciplina y conocimientos técnicos avanzados, que son altamente transferibles a la industria de defensa. Identificar y desarrollar estas habilidades es esencial para aprovechar el capital humano disponible.
El impacto de la Ley de Reservistas de Especial Disponibilidad
Desde la aprobación de la ley de los reservistas de Especial Disponibilidad (RED) en 2006, más de 4,500 militares se han visto obligados a retirarse al cumplir 45 años. Se estima que hasta 2036, más de 50.000 soldados se verán obligados a retirarse bajo estas condiciones en España. En 2020, por ejemplo, más de 1.200 militares abandonaron su carrera militar debido a esta normativa, una cifra que aumentará significativamente en los próximos años.
El Ministerio de Defensa destinó 58.5 millones de euros para 2023 con el fin de financiar una asignación mensual de 704 euros para los militares de tropa y marinería, y 1.339 euros para aquellos con complementos. Esta asignación, compatible con ingresos del sector privado, permite a los exmilitares complementar sus ingresos mientras buscan nuevas oportunidades laborales.
Beneficios de integrar a militares en la industria de defensa
Integrar a los militares en la industria de defensa tiene múltiples beneficios. Retener el conocimiento y la experiencia adquiridos durante el servicio militar fortalece el sector, mejorando la innovación y el desarrollo tecnológico. En Francia, el programa Défense Mobilité ha demostrado ser eficaz en este aspecto. Mejorar la empleabilidad y el bienestar de los exmilitares también es crucial. En Alemania, el Berufsförderungsdienst der Bundeswehr (BFD) ha reducido significativamente el desempleo entre los exmilitares, mejorando su calidad de vida. Asimismo, retener militares capacitados en la industria de defensa fortalece la seguridad nacional, como se ha demostrado en el Reino Unido con la integración de antiguos militares en empresas como BAE Systems.
Según Óscar Ruiz, especialista en Defensa y veterano del ejército español: «En contraste con esta situación, la pujante industria de defensa de España presenta una interesante oportunidad para facilitar esta transición.»
NEXO Transmil: una solución pionera
El programa NEXO Transmil, una iniciativa de ACK3, se sitúa en la finca El Colmenar en Huete, Castilla-La Mancha. Este programa planea proporcionar formación específica y apoyo integral a 5.000 militares durante los próximos tres años. NEXO Transmil ofrece formación en áreas como liderazgo, gestión de proyectos y competencias técnicas, junto con programas de apoyo psicológico y prevención del suicidio. Además de ayudar a los militares en transición, el proyecto busca generar empleo en la región de Huete y combatir la despoblación que afecta a vastos territorios españoles.
Una estrategia de éxito
Desarrollar un programa académico integral, y una formación paralela al servicio militar, será crucial para la incorporación de los militares españoles en la industria de defensa. Esta estrategia no solo beneficiará a las empresas del sector, sino que también mejorará la empleabilidad y el bienestar de los exmilitares, fortaleciendo al mismo tiempo la seguridad nacional y la economía.
Nexo Transmil de ACK3 es un paso importante en esta dirección y puede servir de modelo para futuros programas en España. Con una estructura bien diseñada, colaboración con instituciones educativas y empresas de defensa, y un enfoque en la formación práctica y el apoyo continuo, España puede asegurar una transición exitosa de sus militares a la vida civil y maximizar el impacto positivo de su valioso capital humano.
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