Fraude corporativo: tendencias y estrategias de protección

28/10/2024

Cómo una detección temprana puede ahorrar millones de pérdidas

El fraude corporativo sigue siendo una de las amenazas más persistentes y costosas para las empresas en todo el mundo, generando miles de millones de dólares en pérdidas cada año. Esta realidad destaca la necesidad urgente de comprender las principales tendencias de fraude, identificar los sectores vulnerables y adaptar las estrategias de prevención para enfrentar los desafíos emergentes.

 

Fraude corporativo: un problema global en cifras

El Informe a las Naciones 2024, publicado por la Asociación de Examinadores Certificados de Fraude (ACFE), revela que el fraude corporativo es una preocupante realidad en todos los sectores y regiones. Este informe, basado en 1,921 casos de fraude reportados en 138 países, estima que el fraude cuesta a las empresas el 5% de sus ingresos anuales, lo que equivale a aproximadamente 5 billones de dólares a nivel mundial. Además, la pérdida promedio por caso es de 145,000 dólares, aunque los fraudes que se prolongan por más tiempo generan pérdidas significativamente mayores.

Tipos de fraude más comunes y costosos
  • Apropiación indebida de activos: Este es el tipo de fraude más común, representando el 89% de los casos analizados por la ACFE. Implica el uso indebido de los activos de una empresa, como inventarios o dinero en efectivo. Aunque es el tipo de fraude más frecuente, la pérdida media es menor en comparación con otros tipos, en parte porque tiende a ser detectado más rápidamente.
  • Corrupción: Presente en casi la mitad de los casos (48%), la corrupción incluye sobornos, conflictos de interés y extorsión, con una pérdida media de 200,000 dólares. La corrupción tiende a ser particularmente prevalente en áreas donde las interacciones con proveedores o entidades gubernamentales son comunes.
  • Fraude en los estados financieros: Este tipo es menos común pero más costoso, con una pérdida media de 766,000 dólares. Generalmente implica manipular cifras para presentar una situación financiera engañosa, como inflar ingresos o subestimar gastos.

El análisis de la ACFE sobre el fraude corporativo en ocho regiones geográficas reveló disparidades significativas en los casos de corrupción, con el sur de Asia mostrando el porcentaje más alto (74%) y los Estados Unidos y Canadá el más bajo (35%). Estas diferencias pueden atribuirse a varios factores regionales, incluyendo normas culturales que influyen en la permisibilidad de las prácticas corruptas, la solidez y aplicación de las leyes anticorrupción, y la prioridad otorgada a la supervisión regulatoria. Estos hallazgos subrayan la compleja interacción entre elementos culturales y regulatorios en la prevalencia de la corrupción corporativa, destacando la necesidad de estrategias específicas adaptadas al contexto legal y cultural único de cada región.

Porcentaje de corrupción corporativa en comparación con otros tipos de fraude en cada región. Fuente: ACFE

Sectores más afectados por el fraude

Ciertos sectores son especialmente vulnerables al fraude debido a la naturaleza de sus operaciones. Según el Informe de Tendencias de Fraude Corporativo 2024-2025 de la Asociación Española de Empresas Contra el Fraude (AEECF), los sectores bancario y de telecomunicaciones se encuentran entre los de mayor incidencia de fraude, debido al alto volumen de transacciones y la naturaleza sensible de los datos que manejan. El sector bancario representa el 34.8% de los casos reportados, mientras que el sector de telecomunicaciones alcanza el 26.1%. Los sectores inmobiliario, manufacturero y minorista también muestran una alta vulnerabilidad al fraude en la cadena de suministro y la falsificación de documentos.

En cuanto a los canales de fraude, el canal digital es actualmente el principal medio utilizado para actividades fraudulentas, representando el 43.59% de los incidentes reportados. La expansión de métodos como el phishing, el uso de malware y las estafas en plataformas en línea resalta la necesidad urgente de fortalecer la seguridad digital y aplicar soluciones avanzadas para proteger los sistemas corporativos.

Por otro lado, el canal telefónico sigue siendo una vía significativa, involucrado en el 20.51% de los casos de fraude. Los estafadores aún utilizan técnicas tradicionales como las estafas telefónicas y el uso indebido de la información obtenida a través de llamadas. Este medio es vulnerable a prácticas como el «vishing» o phishing por voz, lo que sugiere la importancia de implementar verificaciones adicionales y capacitar al personal que gestiona estas interacciones para detectar y prevenir posibles fraudes.

 

Impacto de la digitalización y la pandemia en el fraude corporativo

La pandemia de COVID-19 y la rápida digitalización han transformado el panorama del fraude. La adopción del trabajo remoto y la acelerada transformación digital de las empresas han aumentado las oportunidades para los defraudadores. Más de la mitad de los casos de fraude reportados en 2024 incluyeron un factor relacionado con la pandemia, como cambios en los controles internos y en la supervisión de transacciones, lo que ha creado un entorno favorable para el fraude. El uso de criptomonedas también ha introducido nuevos tipos de fraude, particularmente en la conversión y el blanqueo de activos robados. Alrededor del 4% de los casos de fraude en 2024 involucraron criptomonedas, y el 47% de estos casos correspondieron a instancias en las que los defraudadores convirtieron activos robados en criptomonedas.

 

Canales principales de detección y duración del fraude

La detección temprana del fraude es clave para mitigar las pérdidas. El Informe 2024 Report to the Nations señala que el 43% de los fraudes se detectan a través de informes de empleados, lo que resalta la importancia de fomentar una cultura corporativa de transparencia y reporte. Sin embargo, los fraudes detectados por métodos pasivos (como descubrimientos accidentales o informes externos) tienden a durar más tiempo y generar pérdidas significativamente mayores. Los fraudes descubiertos en los primeros seis meses suelen ocasionar pérdidas de alrededor de 30,000 dólares, mientras que aquellos que duran más de cinco años alcanzan pérdidas de hasta 875,000 dólares.

 

Estrategias y herramientas de prevención

A medida que los métodos de fraude se vuelven más complejos, las empresas deben adoptar un enfoque integral para su prevención. Las principales tendencias en prevención de fraude incluyen:

 

  • Cultura de reporte: Dado que casi la mitad de los casos de fraude se detectan mediante informes internos, es fundamental que las empresas fomenten que los empleados reporten comportamientos sospechosos sin temor a represalias. Establecer canales de reporte anónimos y seguros puede mejorar significativamente la detección temprana.
  • Implementación de tecnologías avanzadas de análisis: Herramientas como el aprendizaje automático y el análisis de datos están ganando terreno para detectar patrones de comportamiento sospechosos y anticipar posibles fraudes. Aproximadamente el 10% de las empresas han comenzado a utilizar sus casos de fraude como datos de entrenamiento para algoritmos predictivos, lo que podría revolucionar las estrategias de prevención futura.
  • Monitoreo y auditorías continuas: La auditoría interna y el monitoreo en tiempo real de las transacciones son esenciales para detectar el fraude antes de que se convierta en un problema costoso. Las empresas con monitoreo constante y procesos regulares de revisión tienden a detectar fraudes más rápido y reducir las pérdidas incurridas.
  • Capacitación en concienciación sobre el fraude: Capacitar a los empleados en los riesgos y señales de fraude es una medida clave para prevenir incidentes. Los empleados formados en detección de fraude están mucho mejor preparados para identificar comportamientos inusuales.
  • Colaboración con equipos externos: La subcontratación de funciones relacionadas con el fraude—una tendencia observada en el informe de la AEECF—permite a las empresas acceder a expertos y tecnologías avanzadas sin necesidad de mantener un gran equipo interno. Aproximadamente el 45% de las empresas encuestadas confían en personal externo para más del 50% de sus funciones de fraude, lo que indica un aumento en esta práctica.

El fraude corporativo continúa evolucionando, adoptando formas cada vez más complejas y difíciles de detectar. A medida que las empresas se adaptan a un entorno digital en constante cambio, también deben reforzar sus mecanismos de prevención y respuesta al fraude. Integrar tecnologías avanzadas, promover una cultura de reporte y colaborar con expertos externos son elementos cruciales para combatir el fraude en 2024 y más allá.

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