Zonas de Acceso Restringido (ZAR) y seguridad empresarial

5/09/2023

Zonas ZAR, HSEM y HSES: pilares de la seguridad clasificada en las empresas

En un entorno donde la seguridad, la defensa, la investigación tecnológica y la infraestructura crítica dependen de datos altamente sensibles, la información clasificada se ha convertido en un recurso estratégico. Su pérdida, fuga o manipulación indebida puede tener efectos devastadores: desde comprometer proyectos tecnológicos vinculados a la soberanía nacional hasta poner en riesgo la seguridad de aliados de la OTAN o la Unión Europea.

Las empresas españolas y europeas que participan en contratos sensibles no solo deben contar con capacidades técnicas o financieras. También necesitan demostrar que poseen un ecosistema de seguridad integral, que garantice que la información clasificada se maneja en condiciones equivalentes a las exigidas por la UE y la OTAN. Esto se materializa en tres figuras clave: la Habilitación de Seguridad de Empresa (HSEM), la Habilitación de Seguridad de Establecimiento (HSES) y la creación de Zonas de Acceso Restringido (ZAR).

 

De la normativa a la práctica: ¿qué son las ZAR?

Las Zonas de Acceso Restringido (ZAR) son espacios físicos dentro de una empresa o institución donde se almacena, procesa o maneja información clasificada. No se trata únicamente de “salas seguras”: son entornos definidos y acreditados por la Autoridad Nacional que cumplen con medidas específicas de protección física, lógica y organizativa. La Norma de Seguridad NS/02 de la Oficina Nacional de Seguridad (ONS) establece que el diseño de una ZAR debe garantizar que solo el personal debidamente habilitado pueda acceder, que existan mecanismos de control de entrada y salida, y que los soportes físicos o electrónicos que contengan información clasificada estén protegidos frente a intrusión, sabotaje, espionaje o filtraciones accidentales.

 

Tipos de zonas seguras y su aplicación práctica

La implantación de ZAR varía en función del grado de clasificación de la información y del tipo de operaciones que se realicen en ellas. En Europa y en España suelen distinguirse tres grandes tipologías:

  • Zonas de protección básica: Destinadas a información de nivel “confidencial” o “difusión limitada”. Suelen ser oficinas o salas con control de acceso electrónico, cámaras de vigilancia y medidas contra intrusión. No es necesario un blindaje extremo, pero sí la trazabilidad de accesos y la imposibilidad de retirar soportes sin autorización.
  • Zonas de protección reforzada: Diseñadas para información “secreta” o “reservada”. Requieren controles redundantes: doble barrera física, cerraduras certificadas, sistemas anti-intrusión conectados a central receptora 24/7, y en muchos casos, mecanismos de protección electromagnética (para evitar fugas por emisiones TEMPEST). Aquí se ubican normalmente salas de servidores, centros de proceso de datos o despachos de alta dirección que manejan información crítica.
  • Áreas de seguridad compartida o multinivel: Cada vez más comunes en consorcios internacionales o proyectos de I+D financiados por la UE. Estas zonas deben garantizar que diferentes niveles de clasificación puedan convivir, sin que el personal sin habilitación acceda a información de un nivel superior. En la práctica, se recurre a compartimentaciones internas, sistemas de control de accesos diferenciados y procedimientos de custodia estrictos.

 

Habilitaciones esenciales para empresas que manejan información clasificada

Más allá de las Zonas de Acceso Restringido (ZAR), las empresas que desean participar en proyectos con información clasificada deben contar con habilitaciones específicas que garanticen la seguridad de sus procesos, instalaciones y personal:

  1. Habilitación de Seguridad de Empresa (HSEM): La HSEM certifica que una empresa posee la capacidad organizativa, técnica y operativa para manejar información clasificada. Obtener esta habilitación implica demostrar que la compañía cuenta con políticas de seguridad claras, procedimientos internos documentados y un equipo comprometido con el manejo seguro de datos sensibles.
  2. Habilitación de Seguridad de Establecimiento (HSES): La HSES se centra en las instalaciones físicas donde se manejará la información clasificada. A través de esta habilitación, la autoridad competente verifica que las oficinas, salas técnicas o centros de datos cuentan con medidas de seguridad adecuadas: control de accesos, vigilancia, sistemas anti-intrusión y, en algunos casos, protección contra fugas electromagnéticas (norma TEMPEST).
  3. Habilitación Personal de Seguridad (HPS): La HPS acredita que cada miembro del personal que tendrá acceso a información clasificada es confiable y ha sido sometido a verificaciones rigurosas de antecedentes, formación en seguridad y protocolos de confidencialidad.

La combinación de las tres forma un ecosistema de seguridad integral, que junto con las ZAR y un plan de seguridad integral, establece los estándares exigidos por la normativa española y acredita para trabajar en proyectos con socios europeos, siendo reconocido en la Decisión 2013/488/UE y los acuerdos OTAN. La Comisión Europea ha subrayado en documentos recientes que la seguridad industrial en contratos de defensa y tecnología estratégica no es solo una cuestión de soberanía, sino también de competitividad. Empresas que no cumplen con estas normas quedan automáticamente excluidas de programas clave como el Fondo Europeo de Defensa.

La importancia de un plan de seguridad integral

El error común en muchas organizaciones es limitarse a cumplir con los requisitos mínimos de infraestructura para obtener estos permisos sin desarrollar una estrategia integral de seguridad que contemple todos los riesgos. Un plan de seguridad integral debe contemplar tres dimensiones interdependientes:

  1. Seguridad física: control de accesos, blindaje, videovigilancia, sensores y custodia de soportes. No basta con instalar puertas o cámaras: se requiere un análisis de riesgos específico y medidas adaptadas al tipo de información manejada.
  2. Seguridad lógica y cibernética: cifrado de comunicaciones, segmentación de redes, monitorización de intrusiones y aplicación estricta del principio de mínimo privilegio. La normativa europea, especialmente la Directiva NIS2 (UE) 2022/2555, recuerda que la información clasificada es tan vulnerable en el ciberespacio como en un despacho físico.
  3. Seguridad organizativa y humana: protocolos de acceso, auditorías periódicas, planes de respuesta a incidentes y, sobre todo, formación del personal habilitado. El factor humano sigue siendo la principal vulnerabilidad: un descuido, una conversación en un entorno inadecuado o un error de procedimiento pueden anular la inversión en medidas técnicas.

 

Retos de la implantación empresarial

La creación de ZAR no es un trámite administrativo, sino un desafío organizativo y financiero. Muchas pymes que aspiran a contratos de defensa o I+D europeo se enfrentan a barreras importantes:

  • Coste de adecuación de infraestructuras: la instalación de puertas certificadas, sistemas anti-intrusión homologados o medidas TEMPEST puede suponer inversiones elevadas.
  • Tiempo de acreditación: la autorización de una ZAR puede tardar meses, lo que obliga a planificar con antelación en procesos de licitación internacional.
  • Gestión de personal habilitado: no basta con tener la infraestructura; el personal con acceso debe contar con una Habilitación Personal de Seguridad (HPS), cuyo proceso de verificación de antecedentes también es prolongado.
  • Auditorías periódicas: una vez acreditada, la ZAR está sujeta a inspecciones regulares por parte de la Autoridad Nacional. Cualquier incumplimiento puede derivar en la suspensión de la habilitación.

 

Dada esta complejidad, la consultoría especializada y el acompañamiento de expertos se convierten en elementos clave para las empresas. Contar con asesores que guíen todo el proceso, desde la planificación de infraestructuras y la obtención de habilitaciones hasta el seguimiento y las auditorías, permite optimizar recursos, evitar errores costosos y garantizar que los estándares de seguridad se cumplan de manera continua.

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